Coincidir...

Tanto tiempo, tantos mundos, tanto espacio y coincidir...

Es curioso como nos alejamos para poder acercarnos, como alejarnos nos lleva a meditar sobre donde estamos, como alejarnos nos hace más fuertes o más débiles cualquiera que los dos sea un defecto. Pero a veces alejarse es un acto reflejo en el cual el tiempo nos lleva como la corriente en la mar. En todo este tiempo de ausencia, me han llegado pequeñas dosis de lo que era, de quien era, donde me encontraba y lo que pretendía llegar a ser; no soy la mitad de lo que planeaba, pero es curioso como me gusta lo que soy, nada que ver con lo que me imagine, pero mucho que ser con lo que se está forjando.

Me soy leal todos los días, no me soy fiel porque a veces caigo en contraposiciones que me sorprenden pero no por eso dejo de ir hacia donde mis querencias están y sobre todo, descubro las esencias de lo que me me pueden causar daño y me transmutan en alguien pleno. 

Curiosamente me he re.encontrado con personas del pasado, personas que jamás me voltearon a ver por  circunstancias adversas, diversas, no lo sé, pero que ahora me ven y yo sigo teniendo la misma visión, soy leal a mi idea primaria, a mi posición de vida y como pasó en ese entonces, pasa ahora, sigo dando pasos firmes, a veces con torceduras, a veces un poco más lentos, a veces queriendo ir a prisa y en prosa, pero finalmente soy leal a mi idea, a mi sentir y a mi querer: "Cosas buenas pasan a aquellos que saben esperar".

Me cuesta mucho trabajo cultivar la paciencia, sin cruzar la zona del conformismo, la paciencia seducida de desesperación, sin revelar pero dejando provocar y tratando de convivir la lealtad con la perseverancia...

Tanto tiempo, tantos mundos, tanto espacio y al final, terminamos coincidiendo para sabernos más torpes, más felices, más sabios, más melancólicos, más cercanos... cualquiera que sea el caso en este mundo lleno de abanicos tupidos de posibilidades.