Las 2 últimas semanas han sido extrañas, con un agovio intenso, con cansancio extremo y con una ilusión persistente. Es cierto estoy harto de esta ciudad, de sus habitantes doblemoralistas, de su hipocrecia desdeñosa y de sus secretos no tan bien guardados.
En una ciudad sin ley, donde las leyes ultimamente se están poniendo cada vez más firmes, es increíble encontrar esa lujuría que solo algunos pocos aceptan y muchos otros practican (mos), y con esto surge una ilusión, trabajar un poco más, desdeñar lo firme y lanzarme a la aventura. Este post tuvo un inicio y fue que El mundo está hecho para los valientes... "o para los muy pendejos", en lo personal siempre he creído que pertenezco a los primeros, no por el hecho de ser superior, sino por lo que me antecede y por como al sentir miedo y a veces pánico prefiero moverme a dejar que las circusntancias me paralicen.
En acuerdo conjunto, creo que es lo mejor salir de aquí, necesito llorar, necesito gritar, necesito escribor ¿por qué? Por todo lo que no he dicho, por todo lo que no he sentido, por todo lo que he dejado de ser y por lo que soy, por gusto y por alegría, por tratar de ser una persona coherente pero inconsistente, por que quiero y porque hasta ahora mis lagrimales no se han secado... eso me da gusto, todo me da gusto.
Ha falta de voz que no tengo en este momento y que es aprisionada por una tos persistente y terca, escribo porque ya no quiero callar o pretender que mis deseos son solo míos, ya no, ni madres, me voy, me voy de esta ciudad, la cual aprecio estando lejos de ella pero que en este tiempo imperfecto no soporto más, solo me voy...
¿Por cuanto tiempo? Ojalá sea permanente pero es un hecho los granos de arena empiezan a caer para darme el límite que hasta ahora no he tenido y que de esperar me fueran otorgados tal vez nunca llegarían, es por eso que decidí dar la vuelta al reloj arenero y comenzar a deshacerme de lo que no me sirve, de no cargar y de simplemente llevarme lo que me ayuda. Seguiré escribiendo tal vez con dudas, tal vez con soluciones, seguiré escribiendo.
En una ciudad sin ley, donde las leyes ultimamente se están poniendo cada vez más firmes, es increíble encontrar esa lujuría que solo algunos pocos aceptan y muchos otros practican (mos), y con esto surge una ilusión, trabajar un poco más, desdeñar lo firme y lanzarme a la aventura. Este post tuvo un inicio y fue que El mundo está hecho para los valientes... "o para los muy pendejos", en lo personal siempre he creído que pertenezco a los primeros, no por el hecho de ser superior, sino por lo que me antecede y por como al sentir miedo y a veces pánico prefiero moverme a dejar que las circusntancias me paralicen.
En acuerdo conjunto, creo que es lo mejor salir de aquí, necesito llorar, necesito gritar, necesito escribor ¿por qué? Por todo lo que no he dicho, por todo lo que no he sentido, por todo lo que he dejado de ser y por lo que soy, por gusto y por alegría, por tratar de ser una persona coherente pero inconsistente, por que quiero y porque hasta ahora mis lagrimales no se han secado... eso me da gusto, todo me da gusto.
Ha falta de voz que no tengo en este momento y que es aprisionada por una tos persistente y terca, escribo porque ya no quiero callar o pretender que mis deseos son solo míos, ya no, ni madres, me voy, me voy de esta ciudad, la cual aprecio estando lejos de ella pero que en este tiempo imperfecto no soporto más, solo me voy...
¿Por cuanto tiempo? Ojalá sea permanente pero es un hecho los granos de arena empiezan a caer para darme el límite que hasta ahora no he tenido y que de esperar me fueran otorgados tal vez nunca llegarían, es por eso que decidí dar la vuelta al reloj arenero y comenzar a deshacerme de lo que no me sirve, de no cargar y de simplemente llevarme lo que me ayuda. Seguiré escribiendo tal vez con dudas, tal vez con soluciones, seguiré escribiendo.
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