The heat wave




La primera onda de calor entró a GDL y ni siquiera ha terminado el invierno, esto me hizo pensar en los días en que los sueños estaban presentes, sin estaciones, ni usos horarios.

Un día soñé que era feliz, porque en ese entonces solo podía pensar que en mis sueños existía tal cosa; pero decidí cerrar los ojos y al momento de abrirlos, recibí la mejor de las sorpresas.

Si la felicidad tiene forma, pues esta tenía la mejor de ellas y aún con su llegada, muchas cosas siguieron siendo las mismas.

Yo seguí siendo yo, las personas siguieron siendo ellas, Frida siguió siendo hermosa, GDL siguió siendo hipócrita y doble moralista, pero la felicidad, siguió y sigue siendo felicidad.

Sin embargo hay un momento en el tiempo en el que estos sueños se rompen y es inevitable despertar a la realidad.

Aquellos tiempos en que ir de fiesta y evadir la realidad estaban presentes, se han ido y aunque ocasionalmente aparentan regresar, sabemos que esos momentos no regresaran; simplemente porque hemos cambiado, tal vez en las circunstancias podamos encontrar parecidos, pero de algo sirven las lecciones recibidas y la madurez con la que contamos el día de hoy porque sabemos reconocer la diferencia.

Aunque parezca que el amor y la amistad se acabaron, simplemente están presentes de una manera no convencional y de una forma políticamente indeseable, pero si nosotros somos Políticamente IN-correctos, ¿Por qué no habrá de serlo nuestro entorno?

Pero de manera relevante y aunque peinados y ataviados de diversas formas ¿Será que realmente cambiamos lo que sentimos y quienes somos, cuando inminentemente seguimos el entusiasmo de lo que nos hace vivir cada día?

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