Everyday is like Sunday

Fue más o menos así… vino tinto, una big mac y no tan viejas canciones lo que me hizo pensar que nadie sabe a ciencia cierta ¿por qué las cosas terminan? Si revisamos bien la historia ningún pueblo en su sistema numérico contemplaba el 0, esto fue hasta que los mayas aparecieron y entonces que descubrimos que había una nada antes de un algo. Que existen los ciclos que las dinastías tenían que cerrar y que incluso quemaban su cultura para poder dar paso a la nueva.

¿Eso es lo que pasa con nosotros? Venimos a este mundo sin nada, en ceros, y comenzamos el conteo; pero cuando llega el momento de comenzar nuevamente y nos rehusamos a marcar ceros; sin embargo así lo hacemos y nos quemamos, o por lo menos lo hacemos con imágenes, canciones, películas o toda herramienta que nos haga arder y comenzar nuevamente. Pero es una farsa, porque aunque pretendamos renovarnos, renaciendo de nuestras cenizas sabemos que en el interior seremos los mismos, y es cierto, podemos ataviarnos de mil y un excusas, vestimentas o enceres ¿pero en verdad ardemos al punto de aislarnos de todos y de todo?

Y sin embargo, no nos damos cuenta que seguimos sin nada como a nuestra llegada, he tratado de entender la mente, mi mente para ver qué pasa con ella, pero me doy cuenta que en mi cabeza no pasa nada, todo lo que pasa por mi es respectivamente proporcional a las cavidades en mi corazón, como lo es con GDL, cada recoveco con el que cuenta, parece ser un ciudadano incómodo como lo existen huéspedes en nuestro corazón. Pero me doy cuenta de algo, no son los demás los incómodos, soy yo ¿pero por qué nos sentimos incómodos? ¿Porque las cosas terminan? ¿Por qué están estancadas? ¿Porque no nos damos la oportunidad de ir más allá? ¿O simplemente porque queremos en cierta forma regresar porque no dejaremos de ser tapatíos y por más vanguardia que tengamos, lo anterior nos satisfizo más?

Y fue platicando, que me di cuenta que por más círculos que tratemos de cerrar, hay uno que nos cuesta más trabajo, más que las piernas, más que la boca, que los ojos o nuestra mente, es el círculo de confort en el que nos encontramos. Es entonces cuando sin querer observamos a los demás y comenzamos a analizar los altibajos que teníamos y que algunos de ellos solemos tener de cuando en vez, porque si algo es cierto es que cuando menos lo pensamos llegan cosas nuevas a nuestra vida, pero no por eso son buenas para nosotros.

Actualmente GDL es una canción de Morrissey y si todos los días son planos, grises o por lo menos polvorientos ¿Qué tanto hemos avanzado y qué tanto queremos seguir nuestro camino hacia nuevas experiencias cuando encontramos confortable el estatus actual de nuestra vida?

1 comentarios:

Lucho dijo...

y el vino blanco???
ja ja ja ja

moooi bien empezar con esa canción..
buena. muy buena!


oye. gracias por psasrte por mi blog.
en la tarde leeré más de tus posts..
por cierto ire a GDL el 24.. si bloggeamos a gusto estaría bueno verte

ciao ciao!