Losers are back


¿Recuerdas cuando tenías veintitempranos y creías estar enamorado cada fin de semana (es un decir)? ¿Y como aquellos treintañeros te rompieron el pedazo de miocardio correspondiente a esos enamoramientos fugaces que nos corresponden en la vida? Al toparme con rezagos de esa década temprana me pregunte ¿Estaba yo igual de idiota? A lo que inmediatamente concluí… ahora entiendo y doy toda la razón por la cual se hayan ido y en algunos casos sin decir una palabra.

Y sin embargo seguimos haciendo drama; porque a los veintraytantos tenemos el corazón roto, las piernas a punto de… y con esto tiene que ver el camino recorrido, tantas mudanzas no solo de una casa a otra sino de perla a perla y además el ejercicio porque ya no contamos con la lozanía juvenil; las arrugas que por más que Avón, l’ebel y St. Yves se esfuercen por inyectarnos a Dorian Grey en cada una de sus células experimentales, la experiencia nos rebasa por los ojos y en la técnica que se pule con los años nos delata; y además de todo esto, tenemos la carga moral y también crediticia de lo que hemos pasado por la terminal de este par de décadas.

Y el drama nos sigue encantando, tratando de encontrar cosas por las cuales sobrevivir y de lo más vánales; pero lamentablemente somos gays y algunas personas, aunque nos duela, no nos toman con seriedad. Entonces ó cambiamos ó seguimos donde mismo, ó somos letrados ó somos adiestrados ó tenemos todo ó lo echamos a perder ó nos excluimos ó nos recluimos ya sea en drogas, hombres, hambres, parejas vacías o disparejas ó en la soledad.

Aunque vivo en GDL y todo puede suceder, las sorpresas gratas ó ingratas hacen que nuestro mundo resuene y puede ser que en un mirar obtengamos lo que anhelamos ¿Pero por qué tomarnos tan en serio? ¿Por qué seguir dramatizando? ¿Por qué esperar a que alguien más nos dicte el andar y por qué mejor no desandamos lo edificado? ¿Por qué no escribir andando en el pavimento frágil? ¿Por qué no profundizar en el aire y actuar en el ahora con una esperanza inmediata? ¿Por qué no encontrar un punto intermedio de una seriedad banal y profundamente estoica? Así como la autopista GDL – PV, con sus baches y pavimento hidráulico.

Hoy la ciudad está tan clara y en esta claridad sabemos que pronto dejaremos los “tes” y haremos de los “tas” nuestra forma de vida, y seguimos siendo en el fondo esas personas llenas de esperanza, creyendo en el amor, viendo caricaturas, riéndonos de estupideces y tratando de aprender más para poder ser adultos; esos que aman el drama y que esperan contestar el teléfono, abrir la puerta, subirse al camión, voltear la mirada y toparnos con gratas sorpresas.

Sí, somos esos perdedores que soñaban con salir de antro, pero también somos esos perdedores que no cometen los mismos errores porque sabemos disfrutar más, pero entonces ¿Por qué cada pérdida nos afecta cada vez más?

2 comentarios:

Lucho dijo...

Hey!
pero según yo a penas tienes 27... no?
me equivoco?

falta mucho..
además. calma..
dicen que los 30.. son los nuevos 20!!

igual y no importa tanto la edad, más bien importa cómo llegues a esa edad no?

pero si hay algo... que después de un punto, ya nada te sorprende.. no?
osea. no es tan fácil enamorarse ni nada..
pero bueno.. así es la vida..

1 abrazo

Ric dijo...

Bueno bueno, así como que no me guste llegar a los 30, al contrraio me encantaría llegar ya a los 30, pero todo a su tiempo, y pues lo que si puedo decir es que llegar a los 30 no con la salud de los 20 pero eso si con mejor cuerpo sin lugar a dudas. Un barazo pa' ti tmb.