My love

Frío, calor, lluvia, viento, sofocación, y no estoy hablando de la temperatura de GDL, aunque es muy parecida, sino de lo que en ocasiones sentimos en nuestro interior y en mí caso, sin razón alguna.

Se podría decir jugando, que soy bipolar y no solo por enfermo, sino porque en ocasiones mi temperatura esta en los polos, muy calientito en algunos momentos, frío en muchos otros, pero si bien esto no depende más que de mí puedo agradecer que vivo en un lugar como GDL, donde el clima no es tan extremamente frío, ni tan sensualmente caluroso… aunque en ciertos grados pudiese parecerlo.

Si bien es cierto que las estaciones nos marcan el cambio de clima, también lo hacen para nuestro ánimo: primavera-enamorados, verano-diversión, otoño-reflexión, invierno-agradecimiento; pero en una ciudad como GDL, simplemente eso no esta tan marcado porque bien puede llover en invierno y no así en plena primavera, como sofocarnos el astro rey los primeros días del año y estar oculto en pleno agosto. Y como leí aquí, en esta ciudad del pecado, no se trata tanto de 4 estaciones, sino de lluvias y secas, pero también de ese aire que se respira a través de la madera y las estructuras de acero, donde en ocasiones podemos ver un colibrí estático y donde si observamos más que bien, el amor está naturalmente dispuesto a musicalizarnos y concomitarnos por las calles de esta ciudad que es GDL.