She's not me


Después de una temporada de 15 días que pasó, hace más de 15 días, llegan a mi vida otras vacaciones; donde afortunadamente el trabajar para una Universidad te otorga mes y medio de vacaciones al año, hoy comienzo 15 días de esa porción.

Pero aunque en ocasiones encuentro contraproducente este tiempo, en este momento decidí encontrar simplemente una ocasión para ser más libre, dentro de esta limitada libertad que me da mi trabajo 15 días esta ocasión. Esa libertad que en muchas ocasiones no confluyo cuando sentado en mi escritorio, nada gris y muy blanco con azul, no encuentro.

Y me refiero a la libertad de escribir sin prisas, antes de que mi jefa llegue a la oficina, porque debo decir que estamos en el mismo cubículo y así es muy difícil tejer un post y subirlo.

Esa libertad que solo sentado en mi escritorio de mi casa, o en el starbucks® de chapu, esos lugares tan míos que me permiten además leer aquellas letras que me bofetean para decirme que hay un mundo allá afuera. Y es por eso que he tratado día a día ser mejor Blogger, no solo posteando, sino leyendo aquello que sigo y siguiendo la pista a aquello que a aquellos que sigo, siguen.

Y entre postear más, leer más y seguir la pista a más menesteres blogueros, dí con un post de Lucho que me hizo pensar en esta libertad que muchas veces nos autoimponemos, unas veces más nos cuartean y otras tantas simplemente se quedan sin concretar.

Soy fiel admirador de Sexo en la ciudad pero solo de la serie, la pelí no lika mucho (si lo sé soy una gata y lavo ajeno), pero Lucho pone en tela de juicio un tema cierto, si ella escribiera de las intimidades de su vida cotidiana, ya la hubiesen sacado de la isla con todo y sus zapatitos de Manolito; porque en estos menesteres uno no puede escribir muchas ocasiones sin tener represalias o restricciones personales y digo esto ¿por qué?

Hace algún tiempo escribí algo, pensando que nadie cercano lo leería, maldita equivocación cuando recibo una llamada y exactamente, era un reclamo del porque no hablaba de los bártulos del amor tète a tête; y es aquí donde uno maldice a CB porque no pasa así, no puede escribir de Mr. Big, Aidan o Aleksandr Petrovsky sin que estos le hagan tremendo escena de novia psicópata.

Donde en la vida real, uno piensa y piensa mucho, y trata de escribir pero siempre desde su precario punto de vista y esto muchas veces incomoda a los involuntariamente voluntarios que participan de mi vida y por ende en las conclusiones plasmadas en este blog.

Pero si muchas ocasiones uno escribe sin pensar, ¿esto nos deslinda de la responsabilidad de lo que trazamos? Y más importante ¿tenemos que dar explicaciones y santo seña o simplemente podemos ser libres mientras digamos el pecado y no el pecador?

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