Gospel


Comenzó esta semana y lo hizo lloviendo, dejando caer pequeñas gotas en multitud sobre toda la ciudad, afortunadamente no hay goteras en mi casa, eso creo ya ha pasado y con estos nuevos bríos (creo que no es por un huracán) GDL volvió a ser la misma. Su olor a tierra mojada, sus banquetas clásicas de azulejo roji/blancas, los amigos como siempre un poco alejados pero siempre presentes, los desmadres prudentes de una década veinteañera en despedida, un asentamiento de emociones y un agitamiento de deberes laborales, un entusiasmo poco usual para estos tiempos... pero GDL volvió a ser la misma por esté par de días.

Y yo un poco más claro que mis querencias, en mis perspectivas y en camino de vida. Leyendo frases, caminando solamente, tomando café viendo lo que tal vez nunca vea, pero sobre todo abrazando al amor, todo el amor, los diversos tipos de amor, y sobre todo aceptando lo que implica GDL. Si es cierto que con la lluvia se inundaron la calles, los árboles cayeron y la ciudad fue un caos pero ¿qué acaso no necesitamos hacer catarsis cuando esperamos tanto para aceptar las cosas?

Inicia el fin del año, la ciudad del consumo y del psuedo-glamour sigue, y por fin hace un poco de frío para que podamos autoabrazarnos y recordar que no nos debemos olvidar de que lo realmente importante somos nosotros.

Sigue nublado, ¿o acaso será que mis ojos están llorosos?

0 comentarios: