Fe que mueve montañas

Bienavneturados son los olvidadizos porque aún ellos aprenden de sus errores... FN

Sé que en ocasiones encontrar razones a una reacción, el sentido lógico a una respuesta es parte de nuestra naturaleza y otras ocasiones, simplemente no nos damos cuenta de lo que nos sucede porque de eso debemos aprender.

Por circunstancias peculiares el conocer personas es parte del habitual de esta ciudad, sin embargo conocerlas por una causa específica ya trae un traspatio que si no entiendo, es porque estoy muy jodido. Y en uno de esos encuentros citadinos me acercó a 2 referentes de los cuales suelo estar muy alejado: la política y la religión.

En el caso de la primera siempre he tenido curiosidad sobre que tan políticamente correcto tienes que ser para no solo defender tus ideales, sino hacerselas llegar o lograr empapar a otros de que la vía por la que te conduces es la mejor y que el cambio ya está llegando, solo necesitar estar con esa persona.

Por otro lado, no sucede lo mismo con la segunda, esa, es cuestión de fe, que según la rae y la mayoría de los referentes etimológicos, está vunculado con la confianza... Confiar en alguien, creer en su palabra, saber que lo que te dicen será cierto y no dudar sin la menor chispa de incertidumbre. Esto último se vió impregnado esta semana... creer, confiar tener fe en que todo saldrá bien.

Digamos que mi fe religiosa es carente de un sustento, y no solo lo llevo comprobando un par de décadas, sino que este fin de semana Mariano como por designio celestial, terminé más cerca de cierta Virgen, en cierta basílica, en cierta fecha; una triada que me hicieron reconsiderar mis puntos de fe, de confianza y restructurar nuevos elementos sinbólicos sobre mis planes, mis metas y mis querencias. Con esto quiero acercarme llegar a que llevo 2 semanas, llorando, nostálgico y con extrañamientos que ninguna botella de mezcal puede saciar.

El punto intermedio que resultó de un acontecimiento como este: me percaté que en esta ciudad cada quien vé por si mismo, es muy difícil confiar en los demás y la estructura citadina es defenderse sin mayor provocación, centralizar no solo los recursos, sino también los sentimientos, pero ironicamente cuando se trata de ayudarlos esperan con fe sobrecogedora que los auxilies.

Mañana vuelvo por pocas horas a GDL, para ver que tan cierta es mi fe por mi, que tan mentalmente siglo XIX sigo siendo, que tan dispuesto estoy a quedarme en esta ciudad monstruo o regresar a la ciudad del pecado; reformular bien las consecuencias, ya no hechos, sino consecuencias, resultado de estás 3 semanas y ahora si dejarme de temporalidades y ser concreto en mis querencias internas.

Creoq ue todo es cuestión de fe, cuestión de salir de ese caparazón, salir de esos miedos que puedan llevarte por desciciones equívocas, y aunque parezca íncreible, mi confianza por íconos
se ha vuelto tal que comienzo a asustarme ya que puedo significar 2 cosas: 1.Uno evoluciona para bien o 2.simplemente la desesperanza es tal que busca nuevas formas de creer.

Me he vuelto a sentir solo, creo que por eso voy por una dosis tapatía, esa dosis llena de salchipulppos, quesadillas (sin explicar que son de queso) y un acercamiento a mis querencias... a mis viejas querencias para tomar un poquito de más valor para seguir por acá...

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Il semble que vous soyez un expert dans ce domaine, vos remarques sont tres interessantes, merci.

- Daniel