Un año de amor...

Ya quiero que termine este año...

Por diversas razones, este año deseo que termine; que se vaya y que no regrese. Si, en efecto me dejó mucha sapiensia emocional e intelectual, pero como lo he repetido en diversas ocasiones por la cotidianeidad: "La gente pendeja es más feliz", o en su defecto: "El conocimiento crea fobias" y no porque no meguste vivir en la ignorancia, pero estaría padre no enterarte de cosas que no van...

1. Romperle el corazón a alguien no es fácil, no es un momento de orgullo en mi vida, no es algo que vaya divulgando por ahí, pero es algo que hice este año. Que me lo hayan roto, no sé si sea asunto de karma, pero también me lo hicieron, fue una lucha del más fuerte y creo que nadie salió ganando; pero si algo aprendí fue cuan maquiavélico y vengativo puede ser alguien herido. Es por eso que mi busqueda del amor ceso, no sé si para siempre pero estamos en platicas diplomáticas ese sentimiento y yo.

2. Trabajar enaltece el espíritu y dignifica, solo cuando realmente disfrutas lo que haces, cuando encuentras tu inspiración al día a día, cuando tu motivación es visualizarte en un luagr donde puedas explotar tu potencial y donde no permitás que los papeles lleguen a una altura por arriba de tus expectativas. Es por eso que este año, por más cariño que exista entre mi ex.jefa y un servidor, renuncié a un trabajo que finalmente no me hacía si remotamente feliz.

3. Descubrir que la vida es en infinitivo pero se goza en gerundio. Dejé la culpa de lado y comencé a disfrutar los pequeños momentos con mi familia, descubrí que debo dejar de hacer cosas por obligación con ellos y empezar a realizar deseos aunque sean pequeños. Dejar de culparme por no pasar más tiempo con ellos y flagelarme con instantes que ya no volveran. Es por eso que cuando los veo les digo cuanto los amo, no importa que sean 5 minutos.

4. Yo soy yo. Y aunque los escorpiones no funcionemos sin amor, la soledad también soy yo y me gusta que empiece a ser así, que nadie retiemble mi centro al momento de partir y mucho menos al momento de lastimarme. Es por eso que la búsqueda por compañía empieza desde el centro y se expande por mis extremidades, mientras tanto seguiré fumando, bebiendo y riendo conjugado a la primera persona del singular del presente y con visiones al futuro.

5. Bienaventurados son los olvidadizos, porque aún ellos superan sus errores. No creo haber superado mis errores y aunque lejos de ello, tal vez, sin miedo a vacilar, empecé a recordar mi historia, pequeños momentos, pedazos de una infancia perdida en mi subconciente y de la cual ya no niego ser parte. Es por eso que no niego todo aquellos que me abandono, pero tampoco todo aquello que me acompañó.

6. Que las mejores extensiones de uno pueden ser aquellos con los que nunca vivirás. Porque tus amigos por más confidentes, leales y soportes que sean, saben de que pata cogeas y sabes que cosas son permisibles y cuales mejor pasas de largo. Porque estamos de acuerdo (mis amigos y yo), que estamos más unidos que antes, pero que nunca viviráimos juntos por obvias razones. Es por eso, que aunque suene a broma, a mis enemigos los tengo cerca ya mis amigos no tanto, para que la cercanía en momentos de malestar se disfrute más.

7. Three is the magic number. Y así terminó una década, con su crisis de la edad, con sus multiples viajes de último momento, con sus querencias mal correspondidas, con sus amores bien recibidos, sus momentos pasajeros, sus experiencias perennes, sus dudas recalcirantes, GDL siempre oliendo a tierra mojada y el DF centralizando todo excepto mi amor.

En efecto este año termina con un gran dejo de aprendizaje, con un bagaje de sabiduría, con la firme convicción de que no estamos solos, simplemente estamos un poquito más lejos de donde comenzamos.

Un feliz año 2011, a todos aquellos que amo, que quiero, que conozco y que pasaron por mi vida, a Saúl, Ana, Roger, Bertha, Ricardo, Elba, Diego, Luis, Carmina, Miriam, y a muchos más pero sobre todo a mi compañera de vida, mi frida, mi siempre ama de mi, frida...

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