No soy dueño de mi...
¿Qué haces cuando la impotencia te llega?... Quisiera recordar algún momento que me pueda guiar por los momentos de lucidez sin viciar ese momento, pero en mi memoria que se ha vuelto corto.placista me es más que difícil localizar dichos sentimientos porque creo que estoy viciado en otras problemáticas que me es difícil manejar.
Quisiera salirme de mi cuerpo y no ser dueño de él, saber como reacciona cuando no estoy en él y como se desenvuelva ante los demás, solo para saberme conciente de sus querencias y así poder hacerlo sin la malicia que a veces puedo llegar a adquirir.
Quisiera escribir con la condecendencia que muchos tienen, sin la sapiensa de que la ignorancia puede quitar mi sueño y queres ser normal o dentro de los parámetros permitidos por la OMD.
Quisiera poder ver sin la necesidad de unos focales que me dicten las normas de la estética y simplemente ver lo que no es evidente para mi pero si para el exterior, porque la estética muchas veces se distorsiona con la visión tan miope que muchas ocasiones me guía para terminar en el camino que menos visualicé.
Quisiera poder tocar sin la necesidad de esperar una reacción, envidiada y que suele no llegar porque realmente no me gusta tocar con la piel, me gusta tocar más allá, donde el mundo deja de hacerse tal y donde la complicidad se hace arte para evolucionar en al cosificado.
Quisiera volver a engullir como lo hace un humano, sin esos restos de psicología inversa familar, donde mis enfoques se tragan junto a la comida, donde una vitamina A, D, E, F, y abecesaria no venga de una tableta sino de una cajita decereal acompañada de otro sin fin de minerales.
Quisiera volver a ser uno conmigo, sin esperar nada a cambio, a confiar sin tener que decirlo y a reir sin que mis pensamientos me digan cuando es momento de creer hacerlo nuevamente porque al fin de cuentas a mis 30, no soy la persona que quería ser, ni en lo más mínimo, ni el los milimetros que existen de distancia entre un nano y otro.
Quisiera ser dueño de mi cuerpo porque no lo soy, en este momento no lo soy y no porque no lo quiera sino porque a veces los sentimientos son tan fuertes que te desplazan para que te des cuenta que no eres dueño de nada, incluso de ti...
¿Qué haces cuando la impotencia te llega?... Quisiera recordar algún momento que me pueda guiar por los momentos de lucidez sin viciar ese momento, pero en mi memoria que se ha vuelto corto.placista me es más que difícil localizar dichos sentimientos porque creo que estoy viciado en otras problemáticas que me es difícil manejar.
Quisiera salirme de mi cuerpo y no ser dueño de él, saber como reacciona cuando no estoy en él y como se desenvuelva ante los demás, solo para saberme conciente de sus querencias y así poder hacerlo sin la malicia que a veces puedo llegar a adquirir.
Quisiera escribir con la condecendencia que muchos tienen, sin la sapiensa de que la ignorancia puede quitar mi sueño y queres ser normal o dentro de los parámetros permitidos por la OMD.
Quisiera poder ver sin la necesidad de unos focales que me dicten las normas de la estética y simplemente ver lo que no es evidente para mi pero si para el exterior, porque la estética muchas veces se distorsiona con la visión tan miope que muchas ocasiones me guía para terminar en el camino que menos visualicé.
Quisiera poder tocar sin la necesidad de esperar una reacción, envidiada y que suele no llegar porque realmente no me gusta tocar con la piel, me gusta tocar más allá, donde el mundo deja de hacerse tal y donde la complicidad se hace arte para evolucionar en al cosificado.
Quisiera volver a engullir como lo hace un humano, sin esos restos de psicología inversa familar, donde mis enfoques se tragan junto a la comida, donde una vitamina A, D, E, F, y abecesaria no venga de una tableta sino de una cajita decereal acompañada de otro sin fin de minerales.
Quisiera volver a ser uno conmigo, sin esperar nada a cambio, a confiar sin tener que decirlo y a reir sin que mis pensamientos me digan cuando es momento de creer hacerlo nuevamente porque al fin de cuentas a mis 30, no soy la persona que quería ser, ni en lo más mínimo, ni el los milimetros que existen de distancia entre un nano y otro.
Quisiera ser dueño de mi cuerpo porque no lo soy, en este momento no lo soy y no porque no lo quiera sino porque a veces los sentimientos son tan fuertes que te desplazan para que te des cuenta que no eres dueño de nada, incluso de ti...
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