Yegua

¿Se llama casualidad o destino?...

Cada vez que existe un cambio en mi vida mi corazón se acelera más de lo usual, que de por si ya es acelerado, lo curioso es que creo que en esta ocasión el aceleramiento es tanto que entumece ciertas extremidades, ciertas extremidades que dan pautas importantes.

Haciendo recuento de la historia personal, llegar a las centenas en un punto crítico pone en la balanza ¿dónde fue que me perdí? ¿hacía dónde es que partí que el escenario no lo reconozco? ¿acaso trato de recuperar desde el principio mi identidad?

Recuerdo siempre tratar de escalar el closet de mi habitación cuando infante, porque había un hueco y siempre llegar al extremo opuesto, era una especie de conducto que llevaba a otra habitación ala cual nunca pude llegar y hubo sin fin de ocasiones que entre a ese conducto sin poder llegar al extremo opuesto. Me recuerdo con miedo al estar en ese hueco obscuro pero siempre adelante hasta que ya no había como avanzar; así me siento, temeroso en este hueco luminoso avanzando pero no sé en dónde estará ese obstaculo que me impida avanzar.

En cualquier caso mi pulso se acelera, mi mente se llena de ideas, a veces creativas, a veces pendejas, a veces vacías pero de igual forma el atoborramiento de pulsaciones e ideas obligaron a mi líbido a desaparecer por lo que emprenderé la travesía para encontrarla y eso no necesariamente implica formas tradicionales, sino que tal vez en la introspección hallé algo más que solo el placer infimo del sexo...

0 comentarios: