DF



Creo que si no haces nada, no pasa mucho y creo que si vas con temor a un lugar, puede pasarte aquello que temes, nunca he tenido miedo de moverme en el DF, no tengo miedo de que me asalten, secuestren y demás acontecimientos negativos que se escuchan decir sobre esta urbe, la más grande del mundo.

Una maleta, un ipod con la bateria menguando, un viaje en metro, un transbordo de línea, a travesar toda la ciudad, un taxi con la tarifa más baja que he visto por la distancia recorrida y una espalda destrozada por el gordo de a lado y la posición incomoda del viaje, fue loq ue tive que pasar para llegar, a lo que mis hospederas me ofrecieron por mi corta estancia, como hogar.

Si bien la ciudad era lejana para mi, me sentí libre, descansado, mi mente, hasta ese momento, sin preocupaciones, ni una constante alerta, hicieron que empezara a enbonar mis ideas y movimientos en este nuevo plano visual.

Pero el universo es listo, mucho más que cualquiera y si quise burlarme de él, al escapar de GDL, el me escupió cual dentadura con braquets; De San Jerónimo a Coyoacán (no me pregunten de distancias porque solo escuchaba decir que era lejisimos, para mi todo fue normal y cercano) y entonces me dí cuenta que no solo el desayuno esperaba, sino una cara familiar tapatía.

En efecto viaje cientos de km's para dejar mi pasado atrás por unos días y lo primero que veo cuando comienzo a relajarme es una amiga de GDL, y es aquí donde me dí cuenta que este rancho llamado GDL se extendio a otras rancherías, hasta llegar allá al rancho grande, y entonces entendí que por más que escapes o quieras hacerlo, todo lo que eres siempre estará ahí...

Pero sin dar marcha en retroceso, decidí disfrutar el día, San Jerónimo, Coyoacán, la Florida y la Narvarte, barrios, colonias, lugares que me parecieron tan diferentes pero con una familiaridad que no sé explicar. En fon, creo que fué un inicio de viaje que no esperaba y eso me gusto, porque no estuvo lleno de recorridos turísticos, ni expectativas por cumplir, simplemente descansar y ver el mundo, mi mundo desde otra perspectiva.

Y entonces descubrí que necesitaba tonificar algo más que mi piel, descansar algo más que mi mente y relajar algo más que mis sentimientos, necesitaba reconstruirme, redescubrirme ¿y por qué no? reinventarme, lo hice pero no fue fácil, fue un proceso que continúa...

PD: Esta canción me acompañó todo el viaje...

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