Andando en bici pude visualizar un banco de plástico en la basura, estaba roto y yo pensé que podía arreglarse y seguir teniendo la función por la cual había sido creado...
En el 2007 el Posgrado donde trabajaba se encargó de traer a GDL al colombiano William Ospina, tal vez mucho no lo consideren dentro de sus cotidianeidad porque nada de lo que él escribe y piensa está relacionado con nada de lo que uno vive a diario, pero no es así.
En esa ocasión el tema "Urgencia y Utopia frente a la crisis de civilización", no entraré en una reseña del porque uno debe leer su ensayo, pero si puedo decir que al re.leer esta pieza de arte uno se da cuenta porque en Centro América y Sudamérica el pensamiento es completamente más interdiciplinar, no solo en lo académico y laboral, sino también en el diario pensar. Esto me llevó a pensar en una conferencia y un post que hace 2 años mencioné sobre los amores desechables para las vidas desechables, pero en el caso de esta lectura es más sobre el resultado de ser desechable.
La lectura refiere al impacto que tienen las especies sobre los ecosistemas y como el único que hace estragos en ellos al morir, es el hombre; sobre la desventura del andar y la visión limitada a la que hemos llegado, sin ofrecer, ni encontra respuestas adecuadas; el imaginar un futuro nada esperanzador y al contrario muy extremista y amenazando los sueños en general.
Por lo que al estar en ese punto de indiferencia total por todo o un poco antes de llegar a él, la opción puede estar en el arte, en crear artísticamente nuestra vida, resolver artísticamente el presente y tal vez, solo tal vez, brindarle esa visión artística a mi vida sea la solución, así como darle el toque artístico a tu vida sea la alternativa para mejorarla y así en conjunto desjemos de ser desechables con relaciones desechables y con sentimientos desechables, como ese banco de plástico que vi tirado en la basura.
Y finalmente no es que dejemos de comprar "cosas" pero a veces es más efectivo darle ese sentido a la vida, que simplemente desechar los sueños, la vida y la esperanza.
En el 2007 el Posgrado donde trabajaba se encargó de traer a GDL al colombiano William Ospina, tal vez mucho no lo consideren dentro de sus cotidianeidad porque nada de lo que él escribe y piensa está relacionado con nada de lo que uno vive a diario, pero no es así.
En esa ocasión el tema "Urgencia y Utopia frente a la crisis de civilización", no entraré en una reseña del porque uno debe leer su ensayo, pero si puedo decir que al re.leer esta pieza de arte uno se da cuenta porque en Centro América y Sudamérica el pensamiento es completamente más interdiciplinar, no solo en lo académico y laboral, sino también en el diario pensar. Esto me llevó a pensar en una conferencia y un post que hace 2 años mencioné sobre los amores desechables para las vidas desechables, pero en el caso de esta lectura es más sobre el resultado de ser desechable.
La lectura refiere al impacto que tienen las especies sobre los ecosistemas y como el único que hace estragos en ellos al morir, es el hombre; sobre la desventura del andar y la visión limitada a la que hemos llegado, sin ofrecer, ni encontra respuestas adecuadas; el imaginar un futuro nada esperanzador y al contrario muy extremista y amenazando los sueños en general.
Por lo que al estar en ese punto de indiferencia total por todo o un poco antes de llegar a él, la opción puede estar en el arte, en crear artísticamente nuestra vida, resolver artísticamente el presente y tal vez, solo tal vez, brindarle esa visión artística a mi vida sea la solución, así como darle el toque artístico a tu vida sea la alternativa para mejorarla y así en conjunto desjemos de ser desechables con relaciones desechables y con sentimientos desechables, como ese banco de plástico que vi tirado en la basura.
Y finalmente no es que dejemos de comprar "cosas" pero a veces es más efectivo darle ese sentido a la vida, que simplemente desechar los sueños, la vida y la esperanza.
0 comentarios:
Publicar un comentario