Fools like me



¿Qué pasa con nuestro cerebro? ¿Qué pasa con nuestro cuerpo? ¿Qué pasa con nosotros? ¿Nos hemos vuelto incapaces de disfrutar a menos que un ventarrón nos golpee?

Chicl flicks, religiosidad o simplemente ocio es de lo que estoy harto y aún no terminan estas vacaciones, pero de algo que me sigo sorprendiendo es de mi mismo; donde menos sueles esperar, es donde más te han de sorprender. No puedo decir que es amor pero si de que la ilusión vilmente se aprovecha de las vulnerabilidades con las que uno cuenta.

Hagamos cuentas, 2 relaciones formales, 5 noviazgos y un sin fin de casualidades en la vida desde que me categorice como gay, se supondría que al llevar más o menos una estadística de mi vida amorosa tendría cierta experiencia, pero hay algo que por más que se quiera intelectualizar no se puede, el corazón; y no me refiero al miocardio en sí, sino al simbolismo que se extrae donde se sitúa este órgano. Y esto viene porque al darme cuenta que en la muchedumbre ruidosa existe paz y ternura simplemente decaigo como quinceañera.

Sería fácil imaginar que en la Ciudad del pecado ó GDL, uno puede no perder el rumbo por más perdido que uno pueda parecer, pero si con estos destellos interioristas uno simplemente no volteará, es ahí donde verdaderamente estaría perdido. Pero significar lo que sucede puede no ir más allá de lo que simplemente va y viene, porque en ocasiones no entendemos el por qué de las cosas. Y a lo que me refiero es que amar la soledad no es lo mismo que estar solo, pero cuando algo llama tu atención o tú la llamas ¿Qué objetivo tiene esto sin una fructificación?

Ok, me doy cuenta que solo divago y no asiento nada.

Retomemos las estadísticas un poco, de las relaciones formales uno siempre sale en herido como si fuera soldado de guerra, y por más tiempo que pase, las cicatrices están ahí para recordarnos donde fue nuestra batalla, pero como todo, acaba; entonces al querer proseguir nos vemos atados por una delgada línea roja que nos jala a no querer avanzar, pero cuando el amor se asienta y decidimos avanzar, en ocasiones solos en ocasiones acompañados, siempre existen circunstancias que pasan, algunos dicen por algo otros por nada, pero que pasan y he aquí mi pregunta ¿Por qué pasa algo sino hay fructificación de este tipo de situaciones?

En la escuela aprendí que 2 afirmaciones son una negación, entonces en la lógica de la lógica 2 negaciones serían una afirmación, por consecuencia ¿2 miedos de enamorarse el uno del otro por parte de los 2 individuos, en conjunto sería una valentía? Pero entonces aparece el factor sorpresa cuando uno de los miedos de una de las persona se transmuta ó duplica en uno de los individuos y así serían 3 miedos presentes, por lo que el resultado sería un “Gran Miedo Total”. Sin embargo, existe la formulación de una propuesta alterna… ser amigos en la lógica final.

Entonces ahora hagamos otra tabla estadística, 11 años como gay, ningún amigo estable, 2 amigos inestables, 6 amigos pasajeros y muchos otros que se quedaron o que cambiaron su camino. Entonces si al tener amigos de esta índole y tratar de variar tu perspectiva de las cosas, la pregunta es: ¿Cuándo ser amigos dista de la relación que anhelaste? Y más importante aún ¿Realmente ser amigos es una alternativa o simplemente un premio de consolación que no se dará en la práctica?

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