I’m here like always did… Las cosas se asientan, los pecadores retoman sus caminos y yo entendiendo o por lo menos trato de asimilar lo que estas vacaciones han dejado: ilusión desvanecida y transformada, nueva música, nuevos amigos y unos kilos más.
Hagamos desmenusadero de partes…
Nueva música y nuevos amigos, porque encontré melodías para musicalizar estos momentos del tiempo del hombre, con esto, el darme cuenta que he abandonado el disfrute de las grandes y pequeñas cosas, hace que retome ciertos aspectos de mi vida desolados y poco visionarios, con esta nueva música, puedo decir que entablar conversación con personas conocidas y nuevas por conocer, debo decir que el lunes conocí a Tonantzin, una chava que se acerco para platicar y terminamos hablando de amor, Saúl partyfacebook que a final de cuentas desmiente la percepción que podemos llegar a tener de las personas e innovar conversaciones y motes; y Palomilla starbucks’s partner advierte de lo atípico de la vida donde lo “típico” eres tú y lo “a” es a donde llegas.
Ronald McDonald tenía una granja y decidió hacer hamburguesas jia jia oh! y es aquí donde este tipo de aperitivos llegó a la ciudad del pecado para llenarnos con más toxinas de lo que nuestro organismo pueda soportar, pero qué diablos! Kilos de más big macs de más, tacos México de más, dogos del edificio de la UdG de más y dinero de menos, aquí es donde unos consta que la justicia es imparcial y expedita, eso sí nada divina.
Soy una estadística más… todos conformamos una identidad individual, y puede ser que hasta grupal, pero existe un momento en el que dejamos nuestra individualidad única a ser una estadística más, somos uno más de los que se fueron de vacaciones o de los que no, de los que están a punto de despedir del trabajo o seguir esforzándose por mantenerlo, o de formar parte de la vida de alguien, compañeros, amigos, relaciones, siempre formamos una estadística para saber dónde estamos parados y es aquí donde la burbuja tiene que estallar y volvemos al mundo real, por eso la ilusión se desvanece con el calendario Agustino.
Así que hagamos lo que solemos hacer desde que dejamos de ser niños e intelectualicemos esto: Podemos quejarnos de la ciudad, predicar con el ejemplo e huir en los espacios lisonjeros ó simplemente podemos ver la otra cara de una GDL en ocasiones decadente y en otras harta de sí misma y de nosotros; apreciar los espacios cúbicos que nos dan lugar en el transporte colectivo ó despreciar lo que la ciudad te muestra por sus calles, extraer la comunicación en todas sus variantes de la cual estamos proveídos ó retraer los pliegues de nuestro cerebro para no ver lo que acontece en el tiempo de Dios y del Hombre; otras vacaciones se han ido, me he vuelto más sabio pero menos viejo que en otras circunstancias, regreso a trabajar con la expectativa de que no tengo expectativas de nada y mucho menos de mi, pero de que de alguna forma tienes el sentimiento de que regresas a un lugar o despiertas en otro dónde te sientes extrañamente bien.
La vida ni es como una caja de chocolates, ni bombones, ni nada que este dentro de una caja, es más como los retazos de la parisina en el suelo, tienes que observar bien todo para poder tomar el de tu agrado y es aquí donde surge la pregunta: ¿Será que todo pasa en un lapso breve de tiempo o simplemente estamos tan enclaustrados que no nos damos cuenta de lo que sucede allá afuera?
0 comentarios:
Publicar un comentario