Gay Bar

Sin discusión puedo decir que GDL ya es una Megalópolis, donde las diferencias limítrofes solo van de un código postal a un estatus social y en esta mancha nada urbana y muy amorfa, existen ciertos personajes legendarios en la sociedad gay de GDL, que normalmente por las oportunidades tan escasas y necesidades propias de un gay, siempre emigran a urbes protagonistas del mundo. Pero existe un cierto punto en que cada vida, donde se te brinda la oportunidad de retomar el control de tu vida o aventurarte a nuevos destinos impredecibles. Es aquí donde hace poco Miguel Galán, uno de los protagonistas de la Sociedad Gay de GDL, después de aventurarse por la Centrifugada y Magnificada capital, regresa para contender por la candidatura a la presidencia de la ciudad del pecado.

No tendría un punto de oposición si no fuera por diversas circunstancias, las cuales no enlistaré porque prefiero que salgan tal cual, sin orden de importancia, ni categorización.

Conozco a Miguel Galán por ser pseudoactivista gay de tiempo ya atrás en esta ciudad, pero es más grillero que activista. Sé un poco de su historial amoroso y sexual, no es que me importe pero sé que si lo escribo es porque influye en mi decisión; el punto crucial es esto: sé que el PSD, es una propuesta diferente y trae a tema asuntos que poco se quieren tratar y mucho menos mencionar, pero que existen. El tema de lanzar a un candidato gay por la alcaldía de GDL es un tabú que pocos quieren voltear a ver, inclusive en la prensa francesa ya se habla de este tema y el vincularlo con Harvey Milk creo que es publicidad barata para que una comunidad poco unida de una capital gay muestre la diferencia.

Seamos honestos, vivo en la capital gay de México, pero todavía vivimos en opresión por policías cabrones e intimidantes, donde nos importa más el qué dirán que lo que somos, donde no podemos unirnos en una marcha porque tememos que nos vean como gays, donde los reporteros van por el morbo de las vestidas con la shishi grande y lesbianas en disfraz de Sor Juana, más que por dar una nota de expresión de libertad y donde creemos que los bugas están en contra de nosotros.

El punto es este, había decidido no votar porque simplemente los intereses homosexuales nunca figuran en las agendas de los políticos ó casi nunca, pero al aparecer un candidato, político á final de cuentas pero que da presencia de lo que una persona homosexual puede hacer en este país, mi pregunta es: ¿Mi voto indefinido se lo otorgo a alguien que hace diferencia en las minorías o simplemente me estoy dejando llevar por la pasión del orgullo gay?